¿En que consiste nuestro producto?

En ocasiones los coches pasan muchas horas expuestos al sol durante los días calurosos. Por ejemplo, en verano, cuando el usuario va al trabajo, a la playa o de acampada… y deja el vehículo durante muchas horas sin protección de los rayos solares.

La exposición al Sol

La exposición al sol directo durante muchas horas, puede causar diferentes consecuencias negativas en los coches tal como una elevada temperatura en el interior del vehículo que ocasiona una sensación de calor extrema cuando el usuario se introduce en el vehículo, sensación de abrasamiento durante unos segundos en la zona del volante y el salpicadero, desgaste prematuro del salpicadero y asientos. Elevada temperatura de la carrocería y de las ruedas, entre otras.

Mirando al futuro

Además, debido a la ingente importancia que está adquiriendo en las empresas de automoción el desarrollo del coche eléctrico de cara a un futuro cada vez más inmediato, y derivado de la escasez de combustibles fósiles y el aumento de la consciencia colectiva en materia de contaminación y temas medioambientales, se presta especial atención a todas las posibilidades, derivadas del uso del vehículo, de ahorro energético.

Y en esa línea, constituye un punto crítico el hecho de no perder energía en funciones que no afecten directamente al desplazamiento del vehículo, ya que uno de los grandes campos de investigación actual en materia de coches eléctricos es la capacidad, almacenamiento y carga/descarga de sus baterías, con el objetivo de garantizar el máximo de autonomía posible. Una de estas funciones en las que conviene no malgastar energía es la refrigeración del habitáculo del vehículo con el fin de aumentar el confort del usuario, tras haber sido estacionado y afectado por los rayos solares, si puede suplirse por otros métodos.

La solución

La solución propuesta se basa en un parasol externo, portable, plegable, de tamaño reducido para la protección solar de coches y otros vehículos. Puede llegar a bajar la temperatura en torno 25-30 grados centígrados del interior del vehículo por efecto toldo. Se pretenden resolver el problema del sobrecalentamiento interno del vehículo cuando lo exponemos al sol durante varias horas.

El problema técnico que se plantea es cómo materializar una estructura con bajos costes y de fácil montaje que nos permita su utilización como parasol externo de vehículos. El cuerpo principal del parasol, lona principal, será preferiblemente de forma ovalada, de medidas estándar para cubrir toda la longitud central y anchura del vehículo, será de tela impermeable, tipo lona, por ambas caras y en todo su perímetro incorpora un alambre con memoria para un fácil plegado y desplegado por torsión de su propia estructura gracias a las características propias del alambre con memoria. La mayoría de los parasoles existentes en el mercado para la luneta parabrisas son dispositivos que no han sido desarrollados por el fabricante de dicho vehículo, y no siguen la línea estética del interior del habitáculo. Además, son dispositivos estándar y sirven para varios modelos de vehículo simultáneamente, lo cual implica que no se adapten por completo a la superficie que han de cubrir. Suelen sujetarse a la luneta parabrisas con gomas o ventosas,  pero la acción calorífica de los rayos incidentes causa a menudo su desprendimiento y la pérdida de la función que han de cumplir.

La competencia

También una opción que cada vez se está utilizando más para contrarrestar los efectos del Sol en el vehículo es la instalación de vidrios oscurecidos y viseras parasol de serie, que ayudan a disminuir el efecto de la radiación solar en su interior, sobretodo en el transcurso de la conducción. Además, en algunos modelos son opcionales los techos eléctricos de cristal y los cristales oscuros, los cuales también están enfocados a disminuir el efecto de la radiación en el transcurso de la conducción.
Pero el coste es aún elevado para aplicar en vehículos de gama media y con una amplia superficie acristalada.

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